martes, 31 de agosto de 2010

Bueno, bueno, bueno.


Qué día. Con el montón de cosas que habíamos hecho hasta hoy y el montón de ellas que nos tenían reservadas todavía.
El juego del robaviseras nos desperezó al amanecer. Nos recuperamos del esfuerzo con un desayuno en el que no faltó el pan con mantequilla y mermelada y su correspondiente canción, galletas de tres tipos diferentes, casadielles e incluso nicanores -hojaldres típicos de Boñar-.
Qué pruebas hubimos de pasar en el juego del arca de Noé. Hay testimonio gráfico, pero no sabemos si nos reconoceríamos nosotros mismos. Lo de barro hasta los ojos no es ninguna exageración.
Después del arroz, el vaqueiro y el melón se jugaron las finales de ajedrez y de parchís.
Y… ¡sorpresón! Otro Santi nos acompañó toda la tarde, y toda la tarde la pasamos escalando y rapelando, con arnés de seguridad, doble cuerda, ochos, casco y mosquetones. Qué emocionante. Además, antes de marcharse, él, que le gusta también mucho el fútbol, nos pidió si jugábamos un partido de despedida y, naturalmente, no debíamos fallarle. Otra señora sudada y a la ducha.
Cenamos una carne asada de chuparse los dedos -algunos varias veces- y un arroz con leche de lo mismo.
A continuación, en la SAPO (sala polivalente), hubo sorteo de regalinos y regalinos sin sorteo. Se nombró al equipo que después de dieciséis pruebas ha quedado clasificado en primer lugar -se llevaron una camiseta chulísima- y también a las dos habitaciones más curiosas y ordenadas.
Hubo palabras muy bonitas para cerrar el día -y unas cuantas lágrimas-.
Los chicos de 6º duermen ahorita en tienda de campaña.
¿Y los monitores? Los monitores y cocineros son un grupo maravilloso que se merecen nuestras GRACIAS y, desde luego, también las de quienes os sentís parte de esta historia que empezó con enorme ilusión en el verano de 1990.
Un cariñoso y emocionado abrazo queremos compartir con todos y un imaginario ramo de preciosas jacarandas.

lunes, 30 de agosto de 2010

El día después


No hay queja. Lo primero que hicimos esta mañana fue una batida de limpieza por el prao del albergue y apenas llenamos una bolsina de basura. Gracias.
A la hora habitual hemos ido a la piscina donde disfrutamos de otra soleada mañana y de las frescas aguas de la pileta.
Almorzamos variado pinchoteo, volviendo a saborear esa empanadina, esos filetinos, esa tortillina…
Luego se jugaron varias finales de los juegos de mesa y ya hay campeones.
Hicimos un taller de jena -tatuajes- que lucimos durante poco tiempo, ya que a la hora del juego se fueron borrando rápidamente. Mientras algunos jugaron a la comba o al golf, la mayoría disputaron un partido (partidazo) de fútbol contra los monitores. El resultado final es lo de menos, pero vencieron los monitores 5-3 con dos golazos de Di María y de Alves.
Cenamos puré de calabacín… y tarta de postre.
Por la noche otra sorpresa más, un nuevo juego nocturno, “asalto al albergue”. Genial.
Y ahorita mismo las compañeras de 6º están durmiendo en tiendas de campaña, rodeadas de toda suerte de alimañas que pululan por la zona.
Mañana hay previsto un juego con mucho agua, así que…

domingo, 29 de agosto de 2010

Familia numerosa


Un juego nocturno, “una aguja en un pajar”, puso el punto final a un memorable día de la familia, justamente después de disfrutar de una sesión de cine con la película “Madagascar 2”.
Del día nos quedamos con todo. Para empezar, un juego llamado pañuelo doble; desayuno sin diamantes pero con bizcochos y galletas; arreglo de habitaciones; momento de recibir a las familias, de irnos en tropel a la piscina, de darnos tropecientos chapuzones, de volver al albergue y compartir -más de doscientas personas- un almuerzo la mar de campestre. Se cantó tres veces ¡bingo! Y se dio paso a la fiesta de la tarde, donde no faltó el waca-waca ni otros bailes o bromas diversas. Todavía hubo tiempo para jugar en el prao de las cigüeñas, y mojarse un poco… Merendamos juntos y a las nueve de la noche les deseamos buen viaje a nuestros invitados.
Al venir del juego nocturno nos tomamos un vasín de leche y ahorita mismo se nos cierran los ojos contandoos esta agotadora jornada.

lunes, 23 de agosto de 2010

Todos los días son domingo.

Curados ya de la mojadura sabatina, este domingo nos dejó una señora fabada y unas natillas de chocolate de auténtico escándalo.
Siguen su curso los distintos campeonatos y el taller de hoy nos prepara para la próxima semana que será semana olímpica, pues habrá competiciones deportivas todos los días.
Por de pronto esta tarde practicamos floorball y voleibol.
Por la noche, veladilla -bailes, bromas, canciones…-.
Y silencio.

domingo, 22 de agosto de 2010

Servicio Técnico

Al parecer problemas ajenos a nuestra voluntad impiden el envío de fotos.
Cada día estamos más morenos y más guapos. Tenéis que imaginároslo. Muchos besos.

Momentos


Momento 1: PISCINA
El jueves lo pasamos muy bien; ayer viernes, mejor; y hoy, para qué contaros.
Momento 2: SPAGUETTIS A LA CARBONERO
¡Mamma mía! Qué plato de pasta nos zampamos. La salsa, deliciosa.
Momento 3: GUERRA DE AGUA
¡Fantástico! Lo de las fiestas de camisetas mojadas no son nada comparado con lo de hoy. ¡Espectacular! Por un momento como éste ya ha merecido la pena venir. La paz -después de la guerra- se firmó con una monumental ducha jabonosa a manguerazo limpio.
Momento 4: TALLER NOCTURNO (Bolavaso)
Estamos hechos unos manitas. Pese a la hora, nos salió estupendamente y ahora tenemos un juego más en el Campamento.

sábado, 21 de agosto de 2010

Copa de Campeones

Duranguense para despertar. Con ese ritmo en el cuerpo empezamos el día.
Jugamos a casa de colores antes del desayuno. Luego arreglamos las habitaciones y los monitores pasaron una minuciosa revisión.
En la piscina hicimos las fotos que hoy veis junto a estas líneas.
El trayecto del albergue a la piscina y de la piscina al albergue pasa volando, pues hablando con unos y con otros se hace la mar de entretenido. Hoy a alguno le dio por pensar que al llegar a la casa nos encontraríamos con los cocineros tumbados al sol, sin la comida preparada y diciéndonos que no nos conocían de nada; en fin, alucinaciones producto de nuestra fantasía, del hambre o de este sol que nos nubla el pensamiento.
Al final nos pellizcamos cuando vimos el arrocín blanco, el huevín recién frito y la salsina de tomate delante de nuestra naricina; a los postres alzamos la copa de campeones -no nos importó que fuera de nata y chocolate-.
Qué chulada de taller nos esperaba por la tarde. Taller de hamma. Menudos broches que elaboramos. Que sepáis que nos felicitaron a todos.
Si el hamma nos prestó qué deciros del tiro con arco. Había un monitor diciendo no sé qué de Guillermo Tell y una manzana pero, ¡tranquilos, no pasó nada!
Ducha jabonosa, aunque algunos insisten en que se ducharon el martes…
Reparto de cargos. Hay uno que es contador, y no es ciclista.
Cenamos puré de garbanzos con curruscos…
Y cerramos el día con unos chistes chistosos.
Hoy, ¿qué es? ¿miércoles? ¿sábado? Así estamos. Podéis decirnos tranquilamente que “no sabéis en qué día estáis”. Pero lo estamos pasando genial.

viernes, 20 de agosto de 2010

Cantares


Los grillos, con sus cantos, nos han dado las buenas noches hace pocos minutos.
Hemos disfrutado tanto de este día que ese final ha sido el mejor colofón.
Poco antes habíamos cantado nosotros un montón de canciones de campamento -lo de viajar en tren es un verdadero placer, ¡qué risa!-. Eso fue después de una sopa y una tortillina de jamón que ventilamos en un abrir y cerrar de ojos; seguramente la ducha jabonosa nos había abierto el apetito. Ducha que hubimos de tomar tras jugar al voleibol en el prao de las cigüeñas. Gastamos 50 céntimos en unas golosinas -algunos algo menos-. Lo de las chuches fue después de elaborar preciosos carteles que nombran a cada una de nuestras habitaciones (jabulani, orix, proteas, rand, springbok, vuvuzelas). Primero nos inscribimos a los distintos campeonatos (ajedrez, cuatro en raya, damas, dominó y parchís) que empezaremos a disputar mañana. Por entonces hacíamos la digestión de un soberano plato de garbanzos. Plato que repuso las fuerzas dejadas en nuestro primer día de piscina -¡menuda piscina!-. Allí fuimos después de arreglar las habitaciones, de haber desayunado y de hacer un juego en el que formábamos con nuestros cuerpos curiosos anagramas.
No es un día al revés, simplemente os lo hemos contado hacia atrás con la idea de no olvidar nada.

jueves, 19 de agosto de 2010

Diga 33


Dieciocho de agosto de dos mil diez.
Doce horas de campamento -contamos desde el momento de subir al autocar- y nuestro diario echa humo. Son cuarenta y un diarios en total; treinta y tres acampados, seis monitores y dos cocineros. De nuevo en Boñar, en La Vega de Boñar. Algunos se estrenan -nueve-.
En un santiamén descargamos el equipaje, nos presentamos, almorzamos, nos repartimos por habitaciones, colocamos nuestras cosas, dimos un paseo por los alrededores -hicimos la primera foto de grupo junto a una fuente de más de trescientos años-, nos aseamos, cenamos puré de calabacín con curruscos y jugamos una lotería donde en lugar de números tachábamos nuestros nombres. Jugamos dos veces; en la primera hubo doce acertantes que se llevaron de premio una visera y en la segunda hubo dos que se llevaron unos prismáticos de campeonato.
Nos hemos acostado a las doce de la noche -por eso lo de las doce horas- y realmente lo hemos hecho cansadinos, pues algunos hemos dormido muy poco la noche anterior.
Así que, buenas noches.