"Queremos porque nos queremos"
(Compañía La Caraba)
Recoger la habitación, después de todo, no se nos dio tan mal; sobremanera si no dejamos nada en ella. Los sacos cada vez son más fáciles de enrollar y si nos ayudamos mejor que mejor.
Colaboramos en las tareas de empaquetar y todavía tuvimos tiempo para lectura, pompones y preguntar: ¿a qué equipo le toca cena hoy?
Se entregaron las medallas a los distintos campeones y también los premios al equipo clasificado en primer lugar y a las habitaciones más curiosas.
Y, entonces...
De todas las fotos de este año hay una que, pensamos, resume este y tantos otros CAMPAMENTOS; la del abrazo. Se intuye quiénes son, pero lo importante es la historia y como es una historia nuestra (y vuestra) os la vamos a contar.
Se jugaba la final de tenis de mesa, la misma final del año pasado, entre Lucas y Óscar. En 2017 la victoria fue para Lucas por un apretado 9-11 y 9-11. En esta ocasión, primera partida para Óscar; en la segunda, con todo a favor de Óscar, pues llevaba ventaja en el marcador, los nervios, la presión pudieron con él y le dieron el triunfo a su rival; ya en la tercera un Óscar tocado vio cómo la victoria se inclinaba del lado de su oponente. Bien, esta sería una crónica deportiva, pero ahora viene la HISTORIA. Nada más terminar la final Óscar felicitó a su contrincante -compañero- con toda deportividad. El detalle no pasó desapercibido para los allí presentes. Pero, faltaba la guinda. Cuando hoy viernes se entregaron las medallas a los campeones y se nombró a Lucas, de repente Óscar se levantó, le felicitó y le dio la mano. Entonces, el equipo de monitores, sin necesidad de VAR, decidió dar una medalla honorífica a Óscar por ser, tal y como se dijo, el CAMPEÓN de los subcampeones. La emoción de Óscar puso más que nudos en las gargantas de los presentes. Probablemente, habíamos asistido a una de las lecciones más bonitas que pudiéramos presenciar.
(Mayores: Si habéis visto la película "Campeones" pensad que lo que vivimos no fue ninguna película y si no la habéis visto, procurad verla.)
PAN CHA PAN se ha hecho migas, se ha deshecho en treinta y nueve pedacitos que señalan cada uno un camino que tan solo acaba de empezar.
Buen viaje y felices aventuras.
Y si jugáis como habéis jugado nunca dejéis de jugar.