sábado, 14 de julio de 2018

ABRAZO

"Queremos porque nos queremos" 
(Compañía La Caraba) 

Catorce días.
Recoger la habitación, después de todo, no se nos dio tan mal; sobremanera si no dejamos nada en ella. Los sacos cada vez son más fáciles de enrollar y si nos ayudamos mejor que mejor.
Colaboramos en las tareas de empaquetar y todavía tuvimos tiempo para lectura, pompones y preguntar: ¿a qué equipo le toca cena hoy?
Se entregaron las medallas a los distintos campeones y también los premios al equipo clasificado en primer lugar y  a las habitaciones más curiosas.
Y, entonces...

De todas las fotos de este año hay una que, pensamos, resume este y tantos otros CAMPAMENTOS; la del abrazo. Se intuye quiénes son, pero lo importante es la historia y como es una historia nuestra (y vuestra) os la vamos a contar.
Se jugaba la final de tenis de mesa, la misma final del año pasado, entre Lucas y Óscar. En 2017 la victoria fue para Lucas por un apretado 9-11 y 9-11. En esta ocasión, primera partida para Óscar; en la segunda, con todo a favor de Óscar, pues llevaba ventaja en el marcador, los nervios, la presión pudieron con él y le dieron el triunfo a su rival; ya en la tercera un Óscar tocado vio cómo la victoria se inclinaba del lado de su oponente. Bien, esta sería una crónica deportiva, pero ahora viene la HISTORIA. Nada más terminar la final Óscar felicitó a su contrincante -compañero- con toda deportividad. El detalle no pasó desapercibido para los allí presentes. Pero, faltaba la guinda. Cuando hoy viernes se entregaron las medallas a los campeones y se nombró a Lucas, de repente Óscar se levantó, le felicitó y le dio la mano. Entonces, el equipo de monitores, sin necesidad de VAR, decidió dar una medalla honorífica a Óscar por ser, tal y como se dijo, el CAMPEÓN de los subcampeones. La emoción de Óscar puso más que nudos en las gargantas de los presentes. Probablemente, habíamos asistido a una de las lecciones más bonitas que pudiéramos presenciar.
(Mayores: Si habéis visto la película "Campeones" pensad que lo que vivimos no fue ninguna película y si no la habéis visto, procurad verla.)

PAN CHA PAN se ha hecho migas, se ha deshecho en treinta y nueve pedacitos que señalan cada uno un camino que tan solo acaba de empezar.
Buen viaje y felices aventuras.
Y si jugáis como habéis jugado nunca dejéis de jugar.






















viernes, 13 de julio de 2018

Redonda

"...si te enrollas con la anaconda tu vida será redonda"
¡Qué día! ¡Diazo!
Se colaba el sol por las rendijas de las persianas y no perdimos un minuto en levantarnos, hacer una tabla de gimnasia, desayunar tostadas con mantequilla y mermelada, y ¡galletas! Sí, las elaboradas por nosotros; riquidurísimas.
Tras el arreglo de habitaciones, revisión -también fue dura la revisión-. Se concedieron varias prórrogas. Nos queda muy lejos el ejemplo de la selección de Japón que dejó su vestuario, tras su último partido en el Mundial, impoluto. Cuentan que un antiguo equipo asturiano de fútbol sala ya lo hacía mucho antes. (Mucho antes de que existiera Japón, no; pero, casi).
A buen paso llegamos a la piscina donde hoy coincidimos con varios campamentos.
Salimos del agua pasadas las dos y media. Chuso y Nedi nos esperaban en El Soto. Tabla de embutidos y... ¡alitas de pollo! A alguno quisieron confundirle diciéndole que eran alitas de conejo; la cuestión era que con tal de repetir valía que fueran de conejo o de tiburón.
Tiempo para bibliopiscina. Momentazo. Alguna partida a las cartas y... al agua de nuevo.
Acrobacias varias, carpados, tirabuzones lucieron en el último baño de este año. Después del baño, helado.
Fuimos a los columpios y no veíamos el momento de marchar. En las pistas polideportivas el voleibol concitó la atención de muchos.
Pese al cansancio la vuelta al albergue pasó volando.
Lleguemos, nos duchemos y bajemos a cenar.
(Léase llegamos, duchamos y bajamos).
Menú de campeonato: Caldo de arroz leonés -¡exquisito!-, merluza del Porma y yogur.
Y para despedir esta noche sesión de just dance.
Jornada redonda.

P.D. 1. Mañana -ya hoy- llegaremos a Ujo a las siete de la tarde. Descargaremos el autocar, recogeremos la tarjeta sanitaria y diremos a nuestros padres que no hay prisa por marchar porque queremos decirles GRACIAS a quienes nos han acompañado durante estos maravillosos catorce días.
P.D. 2.  El viernes de noche escribiremos de nuevo.













jueves, 12 de julio de 2018

Jarreo

¡Qué manera de llover por la mañana! A más de uno le va a quedar el sobrenombre de Buenacara Almaltiempo porque, efectivamente, no nos queda otra. Y, lo que son las cosas, hemos disfrutado de un día inesperado. Alargamos el arreglo de habitaciones con excelentes resultados, finalizamos todos los campeonatos, dedicamos un buen rato a la lectura, terminamos el taller de pompones...
Pensábamos que el baño y el paseo abrían el apetito y que por eso despachábamos los menús con tanta satisfacción, pero hoy, sin baño ni paseo, tripitimos, cuatripitimos e incluso cinquipitimos los spaguettis a la carbonara, ¡qué delicia! De postre, kiwi.
Un par de nubes menos en el cielo nos abrieron paso a atrevernos a ir a la piscina con tan mala suerte de encontrárnosla cerrada por las tormentas de la mañana. Nuestro gozo en un pozo. Pero... el pozo, como el de la ritual canción, estaba lleno de sorpresas en forma de columpios y, volviendo al verbo de ayer y de tantos días en este CAMPAMENTO, presto para JUGAR. ¡Qué manera de jugar! Nos felicitaron por ello al llegar de vuelta al albergue.
Nos duchamos a toda velocidad porque había que estar dispuestos para elaborar galletas. Siguiendo las indicaciones -a distancia- de nuestra repostera Ángela fuimos capaces de... mañana os lo diremos porque hasta mañana a la hora del desayuno no sabremos el resultado de nuestro taller.
Quisimos aprender la canción del lobito bueno -canción de Paco Ibáñez- pero lo dejamos para mañana pues la sopa enfriaba. La canción es preciosa (Érase una vez un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos...) y nos hemos prometido cantarla en el próximo día de la familia.
Tras la cena, juego nocturno, un cluedo. Las averiguaciones de los equipos, sobresalientes; hay madera de detectives.
Rendidinos nos pareció oír a alguien diciendo: - Pa la camina que es gerundio. 
No todos a la cama, pues unos pocos duermen hoy en tienda de campaña; rodeados de garduñas, gatos monteses, tejones, golfos apandadores y otros bichos de similar condición.

P.D. Por cierto, vuestros comentarios y vuestros mensajes nos estimulan y nos entusiasman; pero, pensamos que, sobre todo, os engrandecen.










miércoles, 11 de julio de 2018

Viajar en tren es un placer


¡Evacuación! A las nueve en punto sonaron los pitidos que alertaban al albergue de su desalojo. Orden y rapidez. Y caras de sueño. (Teníamos que habérnoslo olido a sabiendas que hoy se madrugaría). 
Ya despiertos desayunamos fuertemente pues nos esperaba un día de mucha actividad.
Cogimos el tren en la estación de Boñar y aprendimos el nombre de las estaciones por donde pasamos (Boñar, Barrio de Las Ollas, La Mata de la Riba, Otero, Valdepiélago, La Vecilla) llegando a esta última antes de las once de la mañana. Fotografiamos las cigüeñas de la torre de la iglesia, nos refrescamos en la fuente, visitamos el torreón medieval sede de la Casa Consistorial, cruzamos el río Curueño y ascendimos al mirador de Las Eras; un pequeño descanso y bajamos hasta la pradera que ocuparíamos casi todo el día al lado de la playita fluvial que allí se forma. Y...
JUGAR. Conjugamos el verbo a base de bien.
El baño en el río costó. ¡Si el agua de la piscina la hemos encontrado fría, la del río...!
Los bocatas y el melón volaron.
Se vio alguna siestina y mucho juego.
Vuelta al tren, ruta inversa y llegada al albergue.
Ducha y exhibición de dron. Qué pilotaje el de alguno de los acampados.
Cenamos puré de calabacín con curruscos, hamburguesa, manzana y/ o yogur.
Pasamos a la SAPO, contamos unos chistes y, al parecer, los hemos entendido y nos hemos reido bastante.
Buenas noches. A las doce ya había silencio.

















martes, 10 de julio de 2018

Sol, solín

Con un día de retraso llegó el sol al Campamento, pero... llegó.
Con tanto sol alargamos el juego de la mañana y la sobremesa del desayuno (¡qué desayuno! ¡bizcocho, rosquillas, suspiros...!)
Y, naturalmente, alargamos el tiempo en la piscina.
Después de ver Cantábrico y estando como estamos en zona osera caminamos atentos por si nos cruzamos con algún plantígrado, pero... seguimos viendo cigüeñas y... moscas.
Qué rico el pinchoteo de este lunes. Y el postre. Bueno, los postres.
Larga sobremesa, también, la de la tarde.
Juegos de mesa. Penúltimas partidas de los distintos campeonatos. El miércoles, las finales.
A continuación entretenido taller de marcapáginas.
Luego, meriendina.
Calentamiento previo y carrera de verano (Carrera de Verano) por La Vega de Boñar. Seguramente el calor restó público a la prueba, o bien no anunciamos debidamente el evento.
Ducha jabonosa y pímpara cena (arroz blanco con huevos a la mimosa y yogur con cereales).
Por la noche nos juntamos en la SAPO para leer el blog y ver fotos del Campamento de este año. ¡Cómo prestó!
Al terminar hubo unos minutos mágicos en los que algunos dijeron cosas que emocionan y gusta escuchar.
Con esa magia nos fuimos al saco.





lunes, 9 de julio de 2018

En familia

Minuto a minuto. El tiempo meteorológico marcó el plan del día, pero no impidió nada de lo previsto.
Lucimos nuestras camisetas nuevas -las de PAN CHA PAN- para recibir a las familias y a partir de ahí disfrutamos de un día distinto a los demás.
A la acogida le siguió una caminata para llegar a la piscina, un baño libre, un helado... Tanto la ida como la vuelta de la caminata puso al corriente de nuestras andanzas a nuestros acompañantes.
Hora de comer -tortilla, empanada, algún dulce, algún dulce (es que alguno repitió)-.
Hora de bingo. El salón de juegos, a reventar. Muchos nervios y jugosos premios.
Hora de FIESTA. Intervenciones memorables y máxima participación.
Palabras de recuerdo (a Luisa, madre de Saúl ) y de agradecimiento (al equipo de monitores y a la pareja de cocineros).
Tras despedir a los padres dimos un paseo por La Vega y a la vuelta nos encontramos el Campamento limpio y ordenado.
Sacamos fuerzas y vimos el documental CANTÁBRICO (recomendado).