domingo, 8 de julio de 2018

Frenético

Costó levantarse. Pero, luego, el juego matutino ayudó a coger marcha y hasta las doce y media de la noche no paramos.
Un par de grados más facilitó la actividad matinal y la duración del baño. ¡Bañazo!
Tanto baño abrió el apetito como ningún otro día hasta hoy. No era para menos, nos esperaba una fabada de primera. Y melón.
Tiempo libre y tiempo para cuartos de final; cuartos de final de este MUNDIAL, de este mundial Campamento.
No importó que estos tiempos se acortaran por el juego que vendría a continuación, nada más y nada menos que El Arca de Noé -mejor contarlo que explicarlo-.
Unas chuches y un cambio de ubicación de la estrella de La Salle dieron paso a una revisión de cargos y un adelanto del plan de mañana. Nada que objetar.
Cenamos pizza y yogur con chocolate belga.
Y si el juego de la tarde resulta de los mejores el de la noche, qué decir; nada más y nada menos que el Asalto al castillo, otro de los míticos.
Sin rechistar nos fuimos al saco. Y, pese a que la orquesta de la fiesta de La Vega de Boñar suena a doscientos metros del albergue, dormimos profundamente esperando daros un ABRAZO dentro de escasas diez horas.
Buen viaje.











1 comentario:

  1. Fabada, pizza, photo call.... Qué más se puede pedir junto a la Buena gente de la que estáis rodeados? Al otro lado del charco leo cada día vuestras aventuras pasando muchas ganas de estar alli. Un beso grande

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