Treinta y cuatro lunas

Las vacas en la noche dejaron rendida a la tropa, parte de la cual -los del 6º batallón- durmieron al raso -entiéndase en tienda de campaña- y el toque de corneta fue insuficiente para despertarles, por lo que hubo que recurrir a la voz del alto mando. Después de una nueva sesión de karaoke -hay mucho talento por descubrir-, tomamos un señor desayuno (zumo, leche con cacao, barquillo de chocolate, doble galleta con chocolate, tostada con mantequilla y mermelada de ciruela), lo mínimo necesario para acometer el posterior zafarrancho. Costó enrollar el saco, pero con ayuda y el largo del pasillo todo es posible. Tras la retirada de macutos y un buen barrido, el piso superior quedó despejado. Se entregaron los premios y distinciones de campeonatos y otras actividades. A continuación, quienes lo desearon comieron a la carta -ensaladilla, fabes o macarrones; filete, lomo o empanada; fruta, yogur o tarta-, en fin, un lujo.
Tocó cargar el autocar y a las cinco y media decíamos adiós a Boñar. A las siete llegábamos a Ujo...

Esta noche es otra persona quien os escribe, acostumbrados como estábais a que fueran los acampados quienes os contaban el día a día de este maravilloso CAMPAMENTO, ojalá no notéis la diferencia.

¡Agotador! El día de hoy ha sido así para el equipo de monitores y cocineros; pero no solo por el hecho de recoger sino por lo que conlleva si eso se hace bien. El barrido y el fregado, la recogida de material, la posterior revisión en Ujo... no aparecen en el plan del día, y alguien lo hace, y lo hace bien. Gracias.

Gracias Nedi, gracias Chuso. Innumerables atenciones, enorme trabajo, cariñosísimos.
Gracias Iván, genial y... mágico.
Gracias Susana, siempre dispuesta (¿qué hay que hacer?)
Gracias Víctor, ¡qué apoyo!
Gracias Mario, im-presionante.
Gracias María, de corazón.
Gracias Paula, maravillosa. (Gracias Ana)

A quienes nos habéis seguido, gracias.

Buenas noches, especialmente a esas treinta y cuatro lunas vistas en CampaboñaR'09.

Extraordinario

A tope. Empezar el día con un karaoke no es lo más normal, pero para nosotros lo que no es normal es extraordinario. Desayunamos bizcocho casero (gracias Nati, ¡cuántos años disfrutándolo!). Arreglamos las habitaciones y, un poco perezosos, nos dirigimos hacia la piscina. La comba doble y la comba triple nos hicieron sudar de lo lindo y el baño no se hizo esperar.

¡Qué rico el pinchoteo que nos preparó Nedi! ¡Menuda tarta que nos dejaron los padres de Alex!

Se disputaron las finales de ajedrez, damas, dominó y parchís y ya hay cinco campeones que mañana recogerán su trofeo. Más tarde, con motivo del día de la paz en el Campamento, nos pusimos la visera de la paz y nos fotografiamos con ella. Luego corrimos la Carrera Verano -es parecida a la Carrera Primavera pero en verano- (saludos a Montes y a Mª Mar), y naturalmente, el cansancio acumulado impidió grandes marcas. La recompensa fue una refrescante ducha. Asistimos al montaje de las tiendas de campaña, donde ahora mismo hacen que duermen los de sexto. Hubo una rifa con regalinos para todos. Cenamos crema de calabacín y lomo adobado; de postre, huevo de chocolate con sorpresa. Y llegó el momento… ¡Vacas en la noche! ¡Qué emocionante! A las dos estábamos en la cama -disculpadnos, tuvimos que robarle horas al día siguiente porque las necesitábamos-.

Mañana, aunque os veamos a muchos, también os escribiremos.

Día de la familia

A los que estuvisteis con nosotros este sábado os hablaríamos de la satisfacción de veros, si es que no os disteis cuenta al vernos nuestras caras; de todo lo pasado juntos en este día tendremos ocasión de recordarlo en muchos momentos. A aquellos que no pudisteis acompañarnos deciros que fue una jornada maravillosa; cumplimos el plan previsto (bienvenida, paseo, piscina, paseo, comida familiar, café, bingo, fiesta, deporte, merendola, despedida), pero sobre todo reinó un extraordinario ambiente que tuvo mucho de emotivo, especialmente al finalizar la fiesta, cuando sorprendimos con la canción Quiero ser a la concurrencia y cuando, a continuación, Santi habló a todos de la marcha del Campa, nos felicitó por nuestro comportamiento y agradeció los desvelos de los cocineros y de los monitores, pero en este punto quiso reconocer de una forma especial la labor de Paula y de Ana -ausente por su trabajo en Londres-, monitoras tantos años, a las que ensalzó y puso como ejemplos para todos.
Sabemos del seguimiento, por vuestra parte, de este blog; queremos que sepáis que hemos -estamos- disfrutando compartiéndolo con vosotros.
Por cierto, después de la sesión de cine había previsto un juego nocturno, pero lo dejamos para mañana porque realmente nos encontrábamos muy cansadinos. Nadie protestó.

Gymkhana

Costó despertar. El influjo de Marte fue tal que nos dejó groguis la noche anterior. El robaviseras fue el juego que nos espabiló, y un rico zumo quien nos abrió el apetito en el desayuno. Volvimos a disfrutar de la piscina. Detrás de los macarrones con picadillo degustamos una jugosa macedonia de frutas. Elaboramos vistosas postales para felicitar a quienes cumplen años durante el Campamento (Samara, Toni, Sergio, Alex y David). Pasamos entretenidas y costosas pruebas en la gymkhana de la tarde. Cenamos tortilla de patata -no tenemos claro si llevaba o no cebolla- y un frixuelo con mermelada. Cantamos ¡línea! y ¡bingo! Y nos fuimos para el saco.

Dos lunas

Si ya nos acostábamos tarde los días anteriores, hoy, con el asunto de Marte, nos dieron las tantas y, al final, no solo no vimos dos lunas sino que perdimos de vista la que conocíamos; suerte que la chocolatada preparada para celebrar tal acontecimiento nos hizo olvidar a los marcianos.
Yendo hacia atrás, previo a la no-visión de Marte, aprendimos alguna canción más y les dimos un buen susto a un par de compañeras en la velada de esta noche. Por la tarde, a la hora de la merienda, repetimos aquello de dulce y queso sabe a beso. Eso fue después de un espectacular juego llamado papel volante, primera vez que lo hacíamos en un campamento, y que resultó un rotundo éxito. Ya teníamos ganas de cantar la de la paella y la de Nedi chu-chua y hoy, que era jueves, llegó el momento. Tenemos la voz algo quebrada pero ni así logramos desafinar.

A las familias que nos visitéis:
Recordad que el sábado os esperamos a las 11:30; sed puntuales, porque a las 12:15 nos iremos a la piscina; traed mesa y sillas que harán falta y no olvidéis el pan.
Habilitaremos una zona de aparcamiento en el prao de las cigüeñas.

Buen viaje.

Sol, solito...

¡Sol! Prácticamente, no se ha separado de nosotros ni un solo día e intentamos corresponderle aprovechando su luz hasta que se esconde; como, por ejemplo, hoy, que salimos del albergue a las doce del mediodía y al que regresamos a las diez de la noche. Pasamos el día en El Soto que es como se conoce a la zona de las piscinas, los columpios y las pistas deportivas. Nos bañamos, por la mañana, en la piscina y comimos entre los chopos de un área recreativa cercana -bocatas, ¡alitas de pollo! y melón-. Volvimos a la piscina, donde hicimos uso, durante una hora, del servicio de bibliopiscina (daba gusto vernos, ¡tan tranquilos, tan aplicados!). Y así llegó el momento de un nuevo baño y… una ducha jabonosa ¡con agua fría! Cuando parecía que regresaríamos al Campamento, nos fuimos hasta los columpios y la cancha de futbito, donde no pudimos ir después de comer por el calor que hacía (¡pa qué nos habremos duchao y, encima, con agua fría!). Al atardecer regresamos a casina y cenamos un filete con patatas fritas; cogiendo fuerzas para la posterior revisión de cargos con la que terminó el día, no sin antes cantar una canción que acabará siendo la canción de este verano. Os va a gustar.

25 de agosto

Del talco sólo sabíamos lo de los polvos. Después de la visita de hoy a la Fábrica de Talco (RIO TINTO Minerals) sabemos mucho más. Allí fuimos atendidos por una geóloga ¡de Ujo! -se trataba de Margarita, hija de Recaredo-.
La tarde podría decirse que fue multideportiva. Empezó con tiro con arco y siguió con baloncesto, floorball y voleibol.
Celebramos, a nuestra manera, un 25 de diciembre en 25 de agosto, con un taller de adornos navideños y un pupurri de villancicos.
Por la noche, con una sola linterna por grupos, buscamos una aguja en un pajar -es un juego en el que hay que encontrar distintos tapones ocultos entre las hierbas y matojos de un campo limitado-. Fue algo más de media hora muy divertida.

De excursión al Puente Viejo

Empezamos por el final. Nos hemos ido para la cama realmente emocionados. Y todo porque al finalizar la Noche de Estrellas, continuación de la de ayer, muchos de nosotros comenzamos -de forma espontánea- a agradecer, a felicitar, a reconocer… esfuerzos, gestos, montón de cosas buenas de los demás… Salieron tantas, se nombraron a tantos, que nuestros ojos brillaron un poco más de lo normal.
Ha sido, sin duda, la guinda a otro maravilloso día en el que nos tatuamos con henna y en el que nos fuimos de excursión –casi 10 km- hasta el Puente Viejo, al norte de Boñar. De la caminata nos repusimos, por la noche, con una extraordinaria sopa de pescado y una exquisita tortillina de queso -si hubieran querido en cocina, hoy podrían haberse ahorrado fregar los platos-. A la hora de la cena llamó el Hermano Rufino que nos dio recuerdos para todos.
La foto de hoy es de los monitores en el Puente Viejo, ¡qué guapos!

Colosal

¡Qué día! ¡Fantástico!
Calentamos, nada más levantarnos, con una pilla en cadena. Recuperamos fuerzas con, aparte del desayuno, una barrita de cereales. En la piscina, pese a ser domingo, estuvimos prácticamente solos. Menudo plato de ensaladilla que se comió algún ruso de Ujo. Un portallaves chulísimo fue el taller hecho esta tarde. Hoy, en el tiempo de deporte, jugamos a baloncesto y fuimos testigos de una colosal jugada en el partido de monitores/os contra monitores/as, jugada que si se hubiera grabado estaría dando la vuelta al mundo gracias al yutú -os la contaremos cuando os veamos porque tenéis que vernos las caras-. También hubo oportunidad de estrenar la mesa de ping-pong. A continuación, ducha jabonosa. En la sección de “Españoles por el mundo”, Iván y Susana nos relataron su experiencia, este verano, en Guatemala como participantes de un Programa de Cooperación de PROYDE. Fueron treinta minutos de charla maravillosa. Vaya privilegio haberles escuchado. A la hora de cenar, pudimos chuparnos los dedos todo lo que quisimos, pues la ración de alitas de pollo fue de las que no te ponen en ningún sitio. Por la noche tuvimos doble sesión de estrellas; las primeras, los acampados que habían preparado a lo largo de estos dos últimos días algún espectáculo de variedades y, las segundas, las miles que adornan el cielo de esta noche castellano-leonesa. Iremos a la cama dentro de un momento, pero hoy, además de cansados, realmente felices por todo lo vivido en este día.

Mini-verano

¿Sábado? Definitivamente hemos perdido la noción del tiempo; de la hora que es y del día también. Eso sí, seguimos pasándolo fenomenal. Además, tenemos la suerte que el tiempo acompaña.
Al mediodía hemos recordado a nuestra querida Asturias comiendo fabes y arroz con leche. Muchos, y no sólo hoy, repiten, tripiten, cuatripiten y si no piten más es porque no queda nada en la pota.
Por la noche disfrutamos de una VELADA entretenidísima; cantamos, bailamos y algunos pasaron pruebas la mar de divertidas -la guerra de cucharas, el silbato escondido, ¿viste a Pepe?, el cordero y el lobo…-
Antes de acostarnos, mientras hacíamos la revisión del día, una compañera comentó que, para ella, esta experiencia no era parte del verano sino un mini-verano dentro del verano. Desde luego, nos llamó la atención y nos gustó.

Charlas de verano

Hoy os contamos una conversación oída, al azar, al volver al albergue desde la piscina. Los treinta minutos que tardamos en hacer el recorrido dan para mucha charla y ésta que leeréis a continuación quiere ser un cariñoso recuerdo a alguien muy especial de todas las familias.
Hablando del menú que nos esperaba -spaguettis a la carbonara- cada uno empezó a contar sus platos preferidos y, lógicamente por la hora que era -cerca de las tres-, con todo lujo de detalles que abrían cada vez más el apetito. En esas estábamos cuando no sólo salieron a relucir aderezos, condimentos, salsas y demás, sino también las manos autoras de esos guisos y ¡date! ni que nos hubiéramos puesto de acuerdo, ¿de quién nos acordábamos? ¡De nuestras abuelas! Alguien dijo, y los demás asintieron, que ellas saben: lo que nos gusta, cuánto nos gusta y cómo nos gusta. El tono y la manera de decirlo fue tan entrañable que pensábamos que ésta es una de tantas escenas que pasan desapercibidas y que merecen, por lo menos, unas líneas como éstas.
Luego, las caras de felicidad tras los spaguettis de hoy son también el merecido homenaje a Nedi que, ¡qué casualidad! también es abuela, y aquí en el Campa un poco abuela de todos. Gracias Nedi –y gracias abuelo Chuso-.

Tarde de piscina

¿Qué día es hoy? ¿Cuánto llevamos aquí? ¡Increíble! Sólo dos días y parece que hemos llegado hace un montón.
Este caluroso y soleado jueves nos despertó con la música de Misiva, el grupo de Humberto. Jugamos al balón viajero mientras nos desperezábamos. Después de desayunar arreglamos las habitaciones y los monitores puntuaron nuestros esfuerzos. Realizamos un taller –mandalas- que ya adorna la sala de usos múltiples. Hicimos nuestra primera colada -¡alguno no tenía nada que lavar!-. Y, tras un poco de tiempo libre, comimos un arroz blanco riquísimo. Leímos y… a la piscina. Merendamos allí y comimos un helado, cada uno el que quiso (los que más se vieron fueron los pirulos y los de nata y fresa). Al regresar al albergue recogimos la ropa de los tendales y todavía nos dio tiempo a echar alguna partidina. Cenamos puré de garbanzos y, de postre, natillas, ¡mmm! Pasamos a la sala y cantamos canciones de campamento ¡cómo nos reímos con la de pican, pican los mosquitos! Revisamos el día y, ahora, cuando los monitores escriben esto que leéis, y nosotros ya debiéramos llevar una hora durmiendo, estamos armando jaleo –no todos- y seguro que alguno va a salir al pasillo y pegar la nariz al interruptor.
Muchas gracias por vuestros comentarios, ¡cómo nos prestaron!

Junto al río Porma

El martes 18, después de distribuir las habitaciones, nos fuimos de paseo y tuvimos oportunidad de hacer la primera foto de grupo junto al río Porma. Algunos comprobaron, al meter los pies en sus aguas, lo frío de éstas.

Parece ser, por lo que cuentan los monitores, que en esta zona del río abundan los gamusinos. Habrá que intentar, por lo menos, verlos, e intentar evitar su mordedura, pues dicen que puede resultar mortal.

Doce horas de Campamento

Doce horas de Campamento, tan solo doce, y cuántas vivencias, cuántas emociones, cuántas cosas que contar. Preguntando, tras la cena, por las primeras impresiones de este primer día, se ha hablado de nuevos compañeros (limón-limón, naranja-naranja), de las habitaciones -¡qué amplias! ¡cuánta luz! ¡yo duermo arriba!-; del paseo hasta el río; de la zapatilla por detrás en el prao de las cigüeñas; de la historia de los dos ikos y la de les patates y la guerre; de la crema de calabacín con curruscos; del cuento “El elefante encadenado”; de la canción Junto a ti al caer de la tarde, acompañada a la guitarra por Sergio, de…

Bienvenidos al Campa!!!!!

De Campamento:

Así, con mayúscula, porque mayúscula es la ilusión cada año, cuando llega el momento de pensar, de preparar, de poner en marcha esta experiencia que en el cole de Ujo lleva funcionando desde 1990. Santa María de Ordás, Ardoncino, Vega de Espinareda, de nuevo Ardoncino, Lastres... y este año, Boñar, han sido los destinos de Campamento de cientos de alumnos de Primaria para los que esta vivencia ha supuesto multitud de recuerdos imborrables y, sobre todo, amistades para toda la vida. ¡A disfrutar!





Aqui tenéis el blog de CampaboñaR 09, lo utilizaremos para escribir nuestras experiencias y momentos más divertidos a lo largo de todo el Campamento. Pero no será solamente un blog donde nosotros podamos escribir, sino que esperamos que sea un lugar en el que todos vosotros podáis leer, ver y comentar qué os parecen nuestras vivencias y así podréis ir siguiendo los acontecimientos del Campa e incluso ver las fotos de los días más especiales de esta "nueva aventura".



Aqui os va un adelanto...

Esperamos vuestra colaboración y que os guste nuestra nueva idea...

Sin más un saludo de todos los que hacemos este campamento.