A seguir luchando

Musicales trinos y luminosos rayos de sol despertaron antes a las soñadoras de las tiendas de campaña. (Mañana, las fotos). El resto daba descanso al bailoteo de la noche.
Desayuno con diamantes (casadielles como diamantes -por su valor, por su valor las llamamos así).
Breve explicación de cómo se enrolla un saco y... manos a la obra. Hacer la maleta fue pan comido, más aún al no tener que separar la ropa limpia de la sucia.
Colaboramos -bastante- y, mientras los monitores remataban la limpieza del albergue, nos fuimos hasta la centenaria fuente de La Vega, allí donde habíamos empezado, el viernes día 1, esta aventura.
Nos acordamos, muy agradecidos, de todos los que nos habían ayudado estos días procurando no olvidar a nadie.
Tiempo para fideguá y postres variados,
Últimos adioses a cada rincón de la casa y... hora de regresar a Ujo.
Paradina y avituallamiento en San Isidro y descenso vertiginoso hacia Cuevas.
Llegamos al cole, descargamos el autocar y nos despedimos de unos y de oros.

Seguramente, esta noche, si prestamos atención a nuestros sueños veremos y oiremos gritar a una conocida tribu astur un grito, un único grito de júbilo: un IXUXú atronador cuyo eco no se apagará nunca.
Hasta siempre, luchadores.

¡Qué ritmo!

¡Evacuación. evacuación!

Nos las prometíamos muy felices pensando que dormiríamos la mañana, pero... 16 series de 7 pitidos nos sobresaltaron haciéndonos recordar que andaba pendiente la evacuación del albergue. Sucedió 13 minutos después de las nueve de la mañana. ¡Uy! si ordenamos esos números nos da una fecha (13/7/16). ¿Sería casualidad? 

Dimos los buenos días a los de las tiendas de campaña y antes de desayunar, una mañana más, jugamos en el prao de las cigüeñas. 

Un poquito más tarde se oía esta conversación: 

Monitor, - Felipe (nombre ficticio): guarda esa camiseta en la bolsa de tu ropa sucia

Felipe, - No tengo bolsa. 

Monitor, - Pues no mezcles la ropa sucia con la limpia. 

Felipe, - No, si no tengo ropa sucia. 

Monitor, - ¿Cómo? 

Felipe, - Es que las camisetas que puse solo las puse un día y están limpias. 

Monitor, - ¡Aaaaaah! 

Terminado el arreglo de habitaciones antes que ningún otro día tomamos el camino corto a la piscina (el menos largo) y dado el viento norte que soplaba nos encontramos solos en el agua. Se estaba mejor dentro que fuera. 

Regreso al albergue. 

Y para compensar la bajada de temperaturas: fabes pintes con su choricín, su morcillina y su tocinín; melón y tarta de chocolate.

Luego después, lectura y finales de campeonatos. 

A media tarde, taller de cocina: CASADIELLES. Un espectáculo digno de master-xefe. 

Con las manos sin la masa jugamos a rugby, a baloncesto y a fútbol-prao. 

Ducha. 

Cena de gala. Hamburguesa Mc Arra y natillas de chocolate. 

Rifa de regalinos. Y just dance, ¡qué ritmo! 

Palabras -palabras muy bonitas- con música de fondo, alguna lagrimilla y... 

Pa la camina que es gerundio.

Viajar en tren...

... es un placer.
Más si lo hacemos camino de La Vecilla para pasar el día a la orilla del Curueño.
Día pleno. Día lleno de convivencia.
Disfrutamos de lo lindo.
Cigüeñas. Visita a la Casa Consistorial de La Vecilla. Subida al mirador.
Entre los baños de sol y los baños en agua tan fría como la de hoy nuestra piel ha quedado suficientemente curtida; si además le damos una capina de grasa -la que llevábamos en los dedos tras las alitas de pollo- no solo coge color sino también brillo.
Tocó helado y descubrimos una nueva forma de llevar la visera -creará tendencia-.
A la vuelta montamos las tiendas de campaña donde duermen ahora los chicos de 6º.
Nos duchamos y cenamos... ¡¡pizza!! y copa de nata y chocolate.
Noche de cluedo: Amores revueltos y complicadas investigaciones.
Y buenas noches.
Buenas noches (antes de la una de la madrugada)

Lunes sin sol

Tampoco tanto. Algo lució; a ratos.
Con la mano atrás despejamos, lo de despertar estaba costando.
Fuimos a la piscina por el camino del río pasando por el puente que pasa por encima del Porma.
A la vuelta degustamos todo tipo de empanadas y disfrutamos de una señora tarta.
Algunos pidieron siesta pero se rindieron ante las distintas partidas que van ultimando los campeonatos (se pide foto finish hasta en el parchís).
Montamos e inauguramos un acuario que fue toda una atracción.
Taller, tiendina y...
Olimpiadas y todo. Estandartes, desfile, cánticos, himno, banderas...
Y, naturalmente, deporte: panoyes y lecheres, hockey-prao, dardos, carrera de cintas, rana, tiro de cuerda... lo que podría considerarse sextathlon moderno.
Cenamos (creemos que se olvidaron en cocina que ya habíamos tomado empanada en la comida, pero, bueno, nada que decir).
Por la noche hubo concierto. Una guitarra es medio campamento. Y el público se entregó por completo.
Mañana toca madrugar.

Gracias (DÍA DE LA FAMILIA)

Gracias con todas sus letras, gracias por estar ahí, gracias muy graciosas, gracias de color naranja, gracias por atender, gracias en más de un idioma, gracias sentidas, gracias con el corazón, gracias en voz baja, gracias y abrazos, gracias por la amistad, gracias y punto, gracias por este momento, gracias por la escucha, gracias por sonreír, ¡gracias a tantos!, gracias por confiar, gracias de veras...
Muchas gracias. GRACIAS con mayúsculas.

Con IXU de IXUXú

En pie.
Cereales, galletitas de chocolate, tostada con mantequilla y mermelada... copioso desayuno y... a funcionar.
Las habitaciones de los/as peques/as siguen siendo las más curiosas; ¿cuando ya no sean los/as más peques/as seguirán siendo...?
A continuación, taller de comic (¡pasada de dibujos!).
A la una, gran juego, el Arca de Noé. Manguerazo.
Hoy -aunque no fuera jueves-, paella.
Siesta.
Camino a la piscina. Tarde dominguera -aunque fuera sábado-.
Regreso al albergue, Ducha.
Hamburguesa y frIXUelo.
Juego nocturno: Vacas en la noche. Vacas, precisamente, no eran; había un jabalIXU, un rapIXU, un IXU pardo, un rebequIXU y un IXUrogallo. Algunos, escurridizos, tardaron en aparecer.
Buenas noches y...
Hasta mañana.

¡Vaya horas!

¿Qué hora es? ¡La una menos veinte! (De la madrugada)
Acabamos de terminar la velada de esta noche, nos han adelantado algo del plan para el sábado y... hay que descansar.
No sabemos si contar lo que nos espera mañana o contar lo que hemos hecho hoy.
Recuperados (o casi) del fatigoso jueves y tras levantarnos más tarde que ningún día hemos vuelto a la piscina (24º la temperatura del agua en lugar de los 21º de los primeros días).
Continuamos con la dieta blanda -ayer, arroz blanco; hoy, puré de zanahoria y pechuga de pollo-.
En tiempo de colada alguno ha descubierto que el Fairy lava vajilla y también lava ropa.
El taller de hama llenó la tarde; llevaremos una o más figuras de recuerdo la mar de chulas.
Después de una completa sesión de estiramientos corrimos el tradicional cross por La Vega de Boñar; nos duchamos y cenamos sopa, alitas de conejo y yogur de fresa con tropiezos (que algunos apartan como si fueran los guisantes de la ensaladilla).
¿La velada? Pues, tre-pi-dan-te.
¿Salió trepidante en el blog de ayer? pues, que salga hoy también.

P.D. Quienes vengáis el domingo recordaros que os esperamos a partir de las once y media (el viaje de Ujo a Boñar dura -aprox- una hora y cuarto) y, si podéis, traer mesa y sillas. Buen viaje.

Día tormentoso

Despertamos acompañados de rayos y truenos. Decidimos, entonces, alterar nuestra rutina diaria de paseo+piscina. Pasamos la mañana (con la mochila preparada) pendientes de la evolución meteorológica, disfrutando de una maratón de juegos en el Prao de las Cigüeñas: pichi-pinfubote, tiro con arco, volley... e incluso llegó a salir el sol para poner broche final a la mañana con una trepidante guerra de agua.
El intenso ritmo del campamento comienza a hacer mella, así que fuimos premiados con una merecida siesta tras un suculento arroz a la cubana.
Campeonatos, deporte libre y una puntillosa revisión de cargos rellenaron el resto de la tarde.
Y de noche... ¡AUTOCINE!, estreno veraniego exclusivo en Boñar de la película Inside-Out (para los no bilingües, Del revés)
Luchando contra los párpados logramos aguantar hasta el final de la película, para después irnos a la cama esperando otro gran día en la Vega de Boñar.

Un simparar

No sabemos si es la amenaza de tormenta, que no termina de aparecer, si será el ritmo frenético que llevamos, si lo del cambio climático o lo del Día sin bañador que cualquier día se celebra aquí en Boñar; la cuestión es que parar, lo que se dice parar, casi, casi, ni para comer.
Cómo se nota el paso de los días, ¿por ejemplo?: La distribución de las mesas; ya no importa con quién se sienta cada uno/a. ¿Otros detalles?: La colada ha dejado de ser voluntaria para pasar a obligatoria; más, nos gusta fruta que no nos gustaba o que nunca habíamos probado; dejamos, cada vez más, los platos limpios y relucientes...
Si destacamos algo de hoy seguro que elegimos el juego de orientación, un juego de pistas ayudado por la utilización de la brújula; también, la carne guisada con patatas a la suiza de la cena; también, la proyección de fotos hechas hasta la fecha y la vista de uno de los vídeos más vistos de la historia. Pero, sobre todo... lo más destacado: otro día de soberana convivencia.
Hasta mañana. Bueno, hasta dentro de un ratín.

Caras

Lo dicen todo.
Las de esta noche, las de este día.
¡Qué felicidad!
Al levantarnos nos fuimos al prao de las cigüeñas a buscar alguna aguja que había quedado sin encontrar la noche anterior. Quienes quisieron pudieron utilizar linterna (claro que a las nueve de la mañana mucha falta no hacía).
Desayunamos pan frito. ¡¡Pan frito!! Y cantamos lo de: Con mantequilla y mermelada yo unto el pan, unto el pan, unto el pan, pan, pan.
Salimos raudos hacia la piscina pues anunciaban tormenta al mediodía. ¿Tormenta?  León es muy grande y la tormenta debió ser en otros lares.
Recuperamos fuerzas: tomamos hierro en abundancia. Y dejamos los platos sin una pizca de óxido.
Tiempo libre y momento para descubrir un nuevo logro de la humanidad. Veamos: Sabemos que ahora se lleva ese calcetín tobillero -pesa poco, ocupa poco espacio, deja ponerse moreno el tobillo y... lo mejor de todo: en el tendal, adiós a las pinzas, ¡¡se puede colgar con un clip!! Que sí, verídico. Visto hoy, cinco de julio de 2016, en La Vega de Boñar. (I+D cum laude).
Hay otros hallazgos: llevar el bañador al revés -¡con los cordones atrás!- y decir: me gusta. ¡Toma!
La inventiva no termina ahí. Para merendar descubrimos la cerelleta, ¡un manjar!, auténtica new cuisine; se trata de una galleta ennocillada (con crema de cacao) con un baño de cereales. Lo más de lo más.
Pompones de todos los colores llenaron el taller de esta tarde. Y después...
Juegos populares: caniques, cascayu, chapes, comba y rana ocuparon el resto de la tarde.
Aseo y paseo. Paseo hasta la centenaria fuente de La Vega.
Cenamos puré de lentejas con curruscos, croquetinas y nubes de pollo. Y sandía.
Y para rematar el día (y la noche): VELADA. Así, con mayúsculas. ¡Qué sudadas (de reír)!
Madre mía, qué juego puede dar un palillito.
Nos miramos las caras, nos felicitamos y nos dimos las buenas noches.