sábado, 13 de agosto de 2011

Desde la copa

Oscurece en La Vega de Boñar.
Para coger el sueño repaso vuestros nombres: Lucas, Nashira, Jaime, Claudia, Alicia, Nairon, Jessica, Álvaro, Ana, Aitana S, Nadia F, Isabel, Manuel G, David, Adrián; Pablo H, Lucía, Ainhoa, Toni, Alejandro; Manuel C, Aitana F, Emma, Aitor, Nadia G, Pablo Z, Miguel G, Iyán , Vanesa, Pablo G, Rubén y Nicolás.
Pero, sigo despierto.
Entonces, dibujo, en la tierra que pisasteis, vuestros rostros, y sus sonrisas me cosquillean y me desvelo aún más.
En las  hojas más próximas al suelo leo todo lo que habéis dejado escrito y recuerdo, recuerdo estos catorce días con sus trece noches, con vosotros treinta y dos, con vuestros seis monitores, con vuestros dos cocineros; cuarenta compañías que no me dejaron ni a sol ni a sombra; hubo un día que se juntaron a mis pies más de doscientas de esas compañías. Inolvidable.
Alguna que otra rama que de vez en cuando se cuela por el albergue os oía hoy recordar lo mejor de lo mejor que habíais vivido estos días a mi lado y dijisteis tantas cosas, tantas cosas buenas, que se me puso la corteza como la piel de la gallina -que no como la del delfín-.
Dio gusto veros recoger vuestra maleta y lo poco que os importaba juntar la ropa limpia con la sucia, cómo enrollábais el saco una y otra vez hasta que acabábais empujándolo en su funda; cómo barríais y volvíais a barrer lo que ya habíais barrido...
Una de esas ramas, la más cercana  a la chimenea, me habló de un pollo guisado de chuparse los dedos -claro, la servilleta ya estaba guardada- y una macedonia de frutas de las de tripitir.
Puestos a leer sigo haciéndolo en hojas más altas que me cuentan verdaderas maravillas de un tal Iván, ¡qué desgaste! Su Citroën-Ambulancia trabajó a destajo y a mí me tuvo en vela noche sí y noche también; qué noche la del apéndice (y nada más llegar, a servir el desayuno). El tiempo de los talleres pasaba volando -¿cuántos talleres sabe hacer Susana?- y volando me llegó una carioca con la que yo también jugué hasta que la devolví el último día. Otro que me trajo en jaque fue Mario, ¿qué pasa, que es que no descansa nunca? Aquí no música, aquí sí música.
¿Y María? Trabajar, trabajar y trabajar. (Gracias Paula, gracias Berta).
Me dijo un pajarín que Eva aprobó las prácticas con sobresobresaliente.
Lo de Nedi y Chuso ha sido musho. Tanto, que Nedi terminó con el tronco dolorido.
Desde la copa leo, antes de que os llegue a vosotros, este blog, y suscribo lo que dice. También leía vuestros comentarios y habéis conseguido sacudirme mi aparente fortaleza como si de un viento del norte se tratase.
La nozal que esta noche es incapaz de dormirse quiere deciros buenas noches y que contará a quien aquí se cobije que hubo un año en el que treinta y dos nueces se subieron a su copa y no querían bajarse de ella.
  

viernes, 12 de agosto de 2011

La última cena

Hoy ha sido uno de los días más especiales del campamento. Nos pudimos dar cuenta nada màs levantarnos, ya que nos esperaba uno de los juegos matutinos más esperados, el roba viseras. Después del desayuno y del último paseo a la piscina, nos zapicamos unos riquísimos espagueti a la Carbonero.

Siguieron las finales de los campeonatos de juegos de mesa ¡ya tenemos campeones! Estos recibirán mañana sus respectivos premios.

Sobre las seis de la tarde comenzó uno de los talleres por el que habíamos estado preguntando desde el primer día, y sí , hoy por fin hicimos Hamma.
Para poder sudar y aprovechar la ducha comenzó la carrera boñarense. Trescientos metros aproximadamente de esfuerzo y superación personal. Mañana conoceréis a los ganadores.

Degustamos pollo al Chuso, muy popular por estos lares y de postre un batido de chocolate.

Para rematar la noche, la tómbola de los regalinos. Y como no, premios a los equipos ganadores y a las habitaciones más ordenadas.

Por ser la última noche un poco de discoteca para despedirnos con buen sabor de boca.

Solo faltan una horinas para vernos, que durmáis bien. Aquí ya estamos en ello.

jueves, 11 de agosto de 2011

De picnic





Hizo frío en las tiendas de campaña pero con el juego de la mañana se entró pronto en calor y con el desayuno más aún.
La actividad del día giró en torno a la piscina de El Soto donde, aprovechando el día más caluroso hasta la fecha, pasamos la mañana y la tarde sin salir del agua. Al mediodía buscamos sombra y fuente para comer las esperadas alitas de pollo y un exquisito melón -todavía se oye a alguno preguntar si se puede repetir-. Después del baño de la tarde, ¡por fin!, pudimos tomar un helado. Y luego, mientras unos se fueron a los columpios otros organizaron un partido de fútbol sala divididos en dos equipos: Amigos de Iván vs Amigos de Mario. Estos últimos se preguntaron, tras perder el partido: Pur qué? Pur qué? (Hay que ponerle acento portugués).
Regresamos al albergue, nos duchamos, y cenamos puré de zanahoria, jamón serrano frito con patatas fritas y manzana y/o ciruela.
Con idea de que nos durmiéramos pronto nos pusieron la película "El oso" de Jean Jacques Annaud. Y efectivamente no vimos ni la mitad; caímos rendidinos.
Ahorita duermen, es un decir, en las tiendas los mayores y parece que se ven sombras alrededor de ellas. Continuará...

miércoles, 10 de agosto de 2011

¡Qué pasada de guarrada!




Nos levantamos hoy con un karaoke esperándonos. Tras unos cantares matutinos desayunamos un buen tazón de colacao con campurrianas, galletines y sobaos.

Tras el arreglo de las habitaciones nos fuimos a la piscina; bañín muy largo, más bien bañón y de vuelta al albergue para comer ese pote que los cocineros nos hicieron con tanto caríño. Sí, pote, y todos, absolutamente todos, se lo comieron.

Los campeonatos ya se acercan a su final,las últimas partidas se están jugando y pronto conoceremos a los nuevos campeones.

Un poco de floorball nos sirvió de calentamiento para el momento más esperado de día y casi del campamento: El Arca de Noé, que este año fue una gymkhana guarra. Destacamos el maquillaje de barro, el peeling de arroz con leche, la canasta acuática, los peinados con yogur y miel... todo ello justo antes de poner pingando a los monitores. Para acabar, manguerazo jabonoso a todos y a preparar el taller. Esta vez de cariocas. Ya tenemos juego para mañana.

Puré de calabacín, salchichines con patatas y natillas de chocolate de Nedi. Se oía a menudo: ¡qué rico! ¿se puede repetir?

Terminamos con una velada de chistes, unos más verdes que otros, y con la colaboración especial de un profesional de este mundo, El Gran Vila.

Esta noche, las mayores, las de sexto, dormirán fuera del albergue. Las tiendas de campaña las esperan, casi tanto como ellas esperan este momento.

Luces, y a dormir, que mañana será otro día.

martes, 9 de agosto de 2011

El día después

El domingo nos acostamos más que agotados. De hecho esta mañana nos hemos levantado más tarde que nunca. Dimos una batida de limpieza -apenas recogimos media bolsina de basura y... ninguna colilla (gracias)- y desayunamos pan frito y bizcocho casero (gracias). El parte médico registraba a esas horas alguna que otra baja de leve consideración. Teniendo en cuenta ese parte se optó por relizar un taller de barro y un interesante dictado sobre la naturaleza agosteña. También hubo tiempo para la lectura. Había que reposar y reposamos.
Comimos tortilla y empanada, empanada y tortilla, y de postre tartas y pasteles variados.
Unos reposando y otros disputando algunas partidas -ya están a la vista prácticamente todas las finales de los distintos campeonatos organizados- pasamos el tiempo libre.
Se fue a la piscina por la tarde, aunque algunos quedaron en el albergue para terminar de recuperarse.
A la vuelta de la piscina jugamos, en el prao de las cigüeñas, a distintos deportes: bolos, golf, petanca y tiro con arco. Ahí ya estábamos todos.
A la hora de la cena hubo degustación de jamón ibérico cortado in situ, ¡todo un lujo!. Y de postre batido de mora -de mora de Boñar-.
Milagrosamente recuperados asistimos a una sesión de karaoke donde la canción más cantada fue la de La Quinta Estación, la de "me muero por besarte". Con ganas de más nos fuimos pa la camina, esperando dormir mucho, que el sueño pasa factura.

lunes, 8 de agosto de 2011

domingo, 7 de agosto de 2011

De barro hasta...

Otra mañana con nubes y bajada de temperaturas nos dejó sin piscina. Sin problema.
Retocamos el plan y visitamos el Certamen de Cerámica en la Plaza del Negrillón, en el centro de Boñar. Tuvimos la suerte de asistir al trabajo en vivo de un alfarero -alguno recordó aquello de qué solitaria era la vida del alfarero, tanto tiempo solo en el faro; pero bueno, esa es otra historia-.
Regresamos al albergue y dimos buena cuenta de una señora fabada y un suculento arroz con leche -esto nos pide que lo pongamos el que rebañó la fuente-.
Hubo alguna que otra siesta antes de pasar al taller, ¡cómo no!, de barro. Tratamos de poner en práctica lo aprendido por la mañana. Tratamos.
Jugamos al floorball y supimos algo más del voleibol.
Ducha jabonosa. Sopina y pescadín para cenar.
Veladilla -canciones con historia (la de les patates, la de los dos ikos...)-.
Y para despedir la jornada ¡chocolatada!
A ver si nos acostamos pronto que mañana...

sábado, 6 de agosto de 2011

¡Qué ajetreo!

Y eso que hoy no fuimos a la piscina; los nubarrones nos echaron atrás.
Así y todo la agenda del día no dejó tiempo para aburrirse.
Con mantequilla y mermelada yo unto el pan, unto el pan, unto el pan, pan, pan... cantábamos al desayunar. A continuación pelamos con destreza una patata -so pena de calabozo-. Arreglamos la habitación siguiendo las indicaciones de los monitores -ahora ya sabemos colocar los calcetines por orden alfabético-. Luego tocó hacer el tradicional dibujo de un personaje o viñeta de comic. Verdaderos artistas.
Con las patatas tan bien peladas salió una ensaladilla rusa de chuparse los dedos y ahí se oyeron comentarios como: si mi madre me viera comiendo pimientos... si mi madre me viera comiendo zanahoria... Claro que llevamos así desde que llegamos: si mi madre supiera que como lechuga... pues si me viera comiendo sandía... etc., etc. De postre, flan de Nedi. ¿La dieta?
Del tiempo libre apenas escribimos; será porque pasa volando.
Los talleres de este año buscan más que nunca la cooperación, siempre que uno termina su labor debe ayudar a otro compañero (ah, funciona). En el de hoy hicimos una marioneta con fieltro.
Meriendina y partidillos de fútbol y de baloncesto. Iba a haber ducha con manguera pero el tiempo fresco nos libró. Seguro que tarde o temprano nos tocará.
Carne guisada con patatinas fritas pusieron el broche al Día Internacional del Plato Limpio Que no Hace Falta Fregar.
Y por la noche otro juego, un juego de camuflaje que consiste en no ser reconocido por los monitores que ejercen de control de paso. Genial.
Es la una de la madrugada, ¡qué temprano!

viernes, 5 de agosto de 2011

Los jueves, ¡eo!








Así empieza la canción de la paella y naturalmente, como no podía ser menos, hubo paella.

Esta mañana leímos los comentarios del blog y nos prestaron mucho. Sentimos lo de las fotos, pero los del laboratorio fotográfico cierran a las tres de la mañana y después de esa hora no atienden encargos.

En la piscina siempre empezamos bañándonos donde no cubre y luego pasamos a la zona profunda para tirarnos de cabeza; hoy, como había poca gente estuvimos un montón de tiempo allí.

En el taller de la tarde hicimos muñecos de lana. Luego jugamos al fútbol.

Nos duchamos a toda velocidad -que iban a cortar el agua-. Cenamos hamburguesa. Y, por fin, preparados para el juego nocturno, nos dedicamos a buscar una aguja en un pajar. Después del recuento de puntos revisamos el día y salieron a relucir detalles muy guapos de muchos acampados.


jueves, 4 de agosto de 2011

Menudo circo (o circo menudo)







La resaca del martes derivó en un miércoles donde casi todo el día giró en torno al tema del circo.

Algo de contorsionismo al despertarnos. Equilibrismo en el juego matutino. Payasos en el desayuno. Hombres y mujeres invisibles en el arreglo de habitaciones. Piruetas en la piscina. Chimpancés robando ciruelas. Fieras frente a las patatas con carne. Malabaristas en los talleres. Enanitos traviesos en las duchas. Más fieras entre croquetas y calamares. Y... aprendices de payaso en la estrellada noche.

- ¡Oye!
- ¿Qué?
- ¡Hastaluego!

Eso fue, eso fue, eso fue todo amigos.

miércoles, 3 de agosto de 2011

El mayor espectáculo del mundo





Buenos días musicales fueron los de esta mañana. Con el remix que bailaron los de 5º y 6º en las últimas fiestas del cole despertamos hoy y su ritmo nos contagió hasta el punto de saltarnos el juego previsto, más que nada porque no paramos de bailar.

La lluvia trastocó los planes; en lugar de ir a la piscina dimos un paseo y terminamos en los columpios de El Soto, salió un rayín de sol y allí disfrutamos columpiándonos. En esas estábamos cuando pasa junto a nosotros una camioneta anunciando un circo instalado aquí en Boñar.

Regresamos al albergue, comimos macarrones con picadillo, huevos en salsanedi y yogur.

En el taller de esta tarde nos aplicamos en hacer collares, pulseras...
Y... llegó la sorpresa. ¿Vamos al circo? ¡¡Sííííííííííííííííííííí!!
A las ocho de la tarde fue la función. ¡Qué bien lo pasamos!

Hasta las diez y media de la noche no llegamos a La Vega de Boñar.

Cenamos caldo caldoso, pescadín y melón.

Alargamos poco la sobremesa y nos fuimos para el saco. ¿Cansadinos? Sí.

martes, 2 de agosto de 2011

¡Qué susto!


Rodeados de sombras nos hemos ido para la cama. Todo por la historia de miedo que nos contaron hace unos minutos. Los que tengan ganas de ir al baño a media noche puede que se las aguanten.

Por lo demás, hoy día 1, hemos coincidido en la piscina con otros dos campamentos; hubo sitio para todos.

Si alguien pregunta si es posible repetir ¡¡¡¡¡cinco veces!!!!! arroz caldoso nosotros podemos decir que sí. Nos cuesta comer fruta pero conseguimos terminar -a duras penas- la pera del postre.

Dieron comienzo las primeras partidas de campeonatos; el parchís, como siempre, suscita agrias polémicas. Más tarde, una vez instaladas las nuevas porterías, jugamos al floorball, ¡fantástico!

Merendamos pan con chocolate -qué merienda más rica la de nuestros abuelos-.

Seguimos con el floorball, seguimos sudando y... nos duchamos con agua calentina.

Antes de cenar tuvimos una interesantísima clase de Historia; ahora sabemos un poquito más del origen de Ujo (Ustium) y de nuestros orígenes. Gritamos tres vivas por Cayo Sulpicio Úrsulo, sin él quizás no estaríamos hoy aquí.
Cenamos puré de garbanzos con curruscos, lomo con patatas fritas y un yogur natural.

Luego vino el susto y... corriendo para el saco.

¡¡Auuuuuuuu!! se oyen lobos no muy lejos... os dejamos.

lunes, 1 de agosto de 2011

Nozalinos y nozalinas

A vueltas con el nombre del Campa (La Nozal), en homenaje al gran nogal que da sombra al albergue, los nombres de los grupos hablan de distintos tipos de nueces y así uno se llama Bijoux, otro Corne, otro Marmot, otro Moyete y otro Waterloo. Los acampados somos nozalinos o bien nozalinas. Las habitaciones llevan el nombre de diversas plagas que sufren los nogales, pero sus nombres son muy complicados de recordar.

Este domingo, después de levantarnos, jugamos al acorralado; desayunamos leche chocolateada, magdalena, croissant con chocolate y campurrianas; los monitores nos felicitaron, pues parece ser que hacía muchos años que la primera noche no era tan tranquila. Nos presentaron el plan del día, arreglamos las habitaciones y antes de las doce ya caminábamos hacia la piscina. En esta ocasión lo hicimos por la orilla del Porma para evitar el bullicio dominguero. Nuestro primer baño mereció la pena; estuvimos en el agua hasta... Había que volver al albergue, el olor del cocido de garbanzos era irresistible. Eso sí, antes había que comer un poco de lechuguina y algún cachín de tomate; a más de uno le costó un poquitín. De postre natillas y... su canción. También les cantamos Cumpleaños Feliz a Pablo Zapico (10) y a Pablo Gutiérrez (9).

Por la tarde nos apuntamos a los campeonatos de ajedrez, damas, dominó... y conocimos algunos de los talleres que llevaremos a cabo. Luego hubo tiendina -pudimos gastar hasta 60 céntimos aunque la mayoría no llegó a esa cantidad-. Se repartieron los cargos y dimos un paseo hasta una vieja fuente próxima al albergue.

Cenamos sopa de garbanzos, tortillina de queso y yogur.

Por la noche nos prestó un montón jugar a una lotería en la que en lugar de números jugábamos con nuestros nombres. ¡Qué guirigay!
Y cuando parecía que nos íbamos para las habitaciones, ¡hala!, a cantar. Genial.


Mañana más.