Tormenta y tormentos

Buscar una aguja en un pajar por la noche y con una linterna es complicado, pero buscarla nada más levantarse y sin linterna, ¡uf!
Por la mañana tras terminar nuestras tareas del hogar DISFRUTAMOS de otro día de piscina.
Tal y como opinan muchos el paseo del albergue a la piscina se hace largo y, en cambio, el de vuelta pasa volando.
Y volando se va el tiempo; tiempo de juego, tiempo de charla, tiempo de dejar los platos relucientes -haya patatas con carne o haya puré de lentejas-, tiempo de espectaculares partidas de tenis de mesa, tiempo de talleres, tiempo de veladas como la de esta noche...
Los monitores y los cocineros están encantados con nosotros -y nos lo dicen-, nos estamos comportando francamente bien y presta que lo aprecien y lo valoren. De tormentos, nada.
La amenaza de tormenta estuvo en un tris de anular el partidazo de copbol -partido de vuelta- que enfrentaba a los equipos MENDELéYEV masculino y MENDELéYEV femenino y que terminó con  empate a cinco tantos.
Risas, muchas risas en la velada. Y canciones.
Al acabar la velada escuchamos la historia de algunas canciones, de dos en concreto: la de les patates y la de los dos icos; ¡cuánta historia!
Mañana -ya hoy- habrá paella, es jueves. Cantaremos la de la gamba, seguro.