martes, 4 de julio de 2017

HAKA

Con ella terminamos la velada de esta noche. Apenas un par de ensayos y... ¡al estrellato!
Qué risas con los dibujos de números; primero había que dibujarlos con el dedo en el aire y tratar de adivinar qué número dibujaba el compañero; luego, se dibujaban con el cu.. y también había que adivinar el número; esta segunda manera era "más complicada".
Habíamos cenado arroz blanco con huevo frito y conocimos al único niño asturiano que ¡nunca había comido un huevo frito!
En el tiempo de deporte tuvimos una prueba de relevos y una carrera campo a través.
Eso fue después del taller de hama; ¡menuda chulada de diseños!
Primeras eliminatorias de parchís, damas, dominó, etc. y primeras partidas de tenis de mesa.
Al acabar los spaguettis los monitores dieron un punto extra a los equipo de dos compañeros que habían dejado reluciente su plato; al oír lo de los puntos fueron catorce más (¡increíble!) los que también se ganaron un punto.
Da gusto ver los avances en el nado de alguno/a de los que decían no saber nadar.
El arreglo de las habitaciones sigue siendo un momento de entrañable recuerdo de las madres de cada uno -¡por qué será?-.
Nada más levantarnos, hoy un poquito más tarde de lo normal, buscamos, ya sin ayuda de las linternas, los tapones que habían quedado sin aparecer ayer por la noche. Aún quedan cuatro sin encontrar.







1 comentario: