Nada más levantarnos, pisaseo. Más de lo primero que de lo segundo.
A continuación, un "pañuelo" en el prao de las cigüeñas; luego, un buen desayuno con mucha fibra (a ver si) y tiempo para el horror, el sufrimiento, las penas, las fobias, la apocalipsis, el caos (bueno, lo de las habitaciones).
A las once un ingeniero forestal nativo (nativo del suroccidente del Principado de Asturias) nos dio una conferencia sobre la flora de la Cordillera Cantábrica e incluso nos habló en asturiano - gallego, más conocida la lengua como fala.
Al terminar la charla de cabeza a la piscina. Ya son dos días que remoloneamos lo más posible y salimos del agua al último aviso. La HAKA en la pileta, ¡viral!
En el hotel nos aguardaba hoy buffet libre y natillas de chocolate. En fin.
Tiempo libre y taller. El taller de hoy, con ayuda de repostera de postín, taller de repostería: rosquillas (con agujero y... sin él). Esperamos desayunarlas mañana.
Y el deporte de hoy, rugby. Con tanta HAKA no hay quien nos tosa.
Ducha, cena y VELADA. Así, con mayúsculas. La intervención de un par de espontáneos animaron la noche hasta cotas inimaginables.
A las 00:00, sí, sí, a esa justa hora cerramos la jornada.
Cuántas cosas para guardar en el recuerdo! Además aprendiendo galego éste si que es un campamento completo! un beso a todos
ResponderEliminar